DUPES vs. Réplicas: La Delgada Línea entre Inspiración y Falsificación

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¿Alguna vez has visto un DUPE y te has preguntado si podría considerarse una réplica? ¿Cuál es la diferencia entre una falsificación y un DUPE? En el ámbito de la propiedad intelectual, existe un principio que establece que las ideas no son susceptibles de apropiación, solo su materialización. Esto permite que ideas muy similares, por no decir idénticas, puedan coexistir siempre y cuando su ejecución sea diferente. En este contexto, aparecen los DUPES, una tendencia en redes sociales donde muchos influencers comparten versiones o productos similares a los originales, inspirados en productos de alta gama, pero a precios más accesibles. A diferencia de las réplicas, los DUPES no incluyen marcas registradas ni creaciones protegidas por la propiedad intelectual. A continuación, exploraremos las diferencias entre DUPES y réplicas y su impacto en la salud y la legalidad.

Primero: Los DUPES son productos que toman inspiración de artículos de alta gama, pero sin pretender engañar al consumidor haciéndose pasar por el original. Por ejemplo, el grupo INDITEX crea inspiraciones de marcas de lujo, pero sin infringir derechos de propiedad intelectual ni violar la ley. Los DUPES no contienen marcas registradas ni logotipos protegidos, lo que les permite ser legales y respetar la propiedad intelectual.

Segundo, las Réplicas en contraste, las réplicas sí incluyen creaciones protegidas por la propiedad intelectual, como logos, nombres comerciales, marcas registradas y diseños industriales. Las réplicas violan los derechos de propiedad intelectual y generan confusión entre los consumidores al hacerles creer que están adquiriendo un producto genuino. Estas prácticas son ilegales y sujetas a sanciones.

Un aspecto importante en la diferencia entre DUPES y réplicas es el cumplimiento de requisitos sanitarios y legales. Los DUPES, en su mayoría, son desarrollados por empresas constituidas que cumplen con las regulaciones de producción y sanidad establecidas por la ley. Por otro lado, las réplicas, especialmente en el caso de cosméticos y productos dermatológicos, no cumplen con las reglamentaciones sanitarias, lo que puede representar un riesgo para la salud del consumidor.

En conclusión, la delgada línea entre DUPES y réplicas reside en la intención y el cumplimiento de la propiedad intelectual. Los DUPES se inspiran en productos de alta gama, pero respetan la ley y no pretenden engañar a los consumidores. Tanto es así que el mismo consumidor es consciente que está comprando un DUPE.  Por otro lado, las réplicas infringen los derechos de propiedad intelectual, son ilegales y pueden representar un riesgo para la salud. Como consumidores, es importante estar informados y tomar decisiones conscientes al elegir productos, evitando la compra de réplicas y favoreciendo aquellos que cumplen con los estándares legales y de sanidad.

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Daniela Ramírez Saavedra
Abogada Junior