Sin duda alguna el ecosistema de las criptodivisas ha captado la atención del mundo, y en general el de la economía digital, en gran parte por su volatilidad e imprevisibilidad, ampliando así la gama de ofertas que existen en el mundo de las inversiones. Este ecosistema ha resaltado y atraído reflectores frente a lo tradicional en este medio debido a que sus precios pueden experimentar fluctuaciones significativas en cortos períodos de tiempo. Muchos son los curiosos que a lo largo de los últimos años han apostado por este mecanismo como método de inversión.
A pesar de esta reputación, el ecosistema de las criptomonedas ha llegado a un punto en el cual plantea alternativas que han obtenido tanto gran acogida como proyección, el cual se rige bajo un concepto menos riesgoso. Las Stablecoins ofrecen una alternativa más segura en cuanto a riesgo se refiere, ya que su valor se encuentra vinculado uno a uno frente a una divisa, producto o instrumento financiero. Los casos más populares y más escuchados son aquellos en los que mantienen paridad con el dólar estadounidense y el oro.
Estos activos digitales se encuentran protegidos criptográficamente, garantizando a los usuarios un medio mucho más confiable y seguro, permitiendo a los usuarios realizar transacciones de forma casi instantánea, sin dobles gastos ni intermediarios que intervengan en las transacciones.
Una oportunidad o inclusive solución que muchos usuarios encuentran en las Stablecoins es que proporcionan un medio fiable de intercambio y almacenamiento de valor, ya que mantienen el poder adquisitivo de sus usuarios constante y predecible, sin la necesidad de usar de manera directa una moneda extranjera. Algunos lo ven como una forma o mecanismo para proteger inversiones y otros como un método de ahorro, el cual ofrece una alternativa para proteger su patrimonio ante los efectos negativos de la inflación y devaluación de monedas locales que sufren un importante deterioro frente al mercado extranjero, alternativa que viene presentando cada día una mayor acogida en el panorama latinoamericano.
Ahora bien, a pesar de carecer de una regulación contundente en cuanto a operaciones y movimientos de monedas digitales en Colombia, el mundo no sigue indiferente frente a estas nuevas tendencias. Los reguladores están llevando a cabo una importante labor para entender cómo las stablecoins pueden generar oportunidades en términos de innovación y así dimensionar su potencial, sin descuidar de manera simultánea, la correcta proporción de salvaguardias adecuadas y necesarias para los inversores y usuarios, en consonancia con la estabilidad general del sistema financiero, lo cual termina siendo una labor extensa que plantea muchas disyuntivas a lo largo del camino, pero no cabe duda que una regulación eficaz de las stablecoins es fundamental para el balance idóneo entre la innovación responsable y la estabilidad financiera.
En conclusión, a medida que la tecnología blockchain continúa evolucionando, se espera que las stablecoins desempeñen un papel fundamental en la adopción masiva y la integración de las criptomonedas en la economía global, siempre que se aborden adecuadamente los desafíos existentes, por lo que es preciso aplicar una regulación, supervisión y vigilancia adecuadas.