El contrato de vesting se configura como un instrumento destinado a fijar un plazo mínimo durante el cual los socios están obligados a mantener su participación en la sociedad. Solo al completarse este período estipulado, los socios tendrán derecho a la totalidad de las acciones que les corresponden de acuerdo con el acuerdo inicial.
Aunque existe cierta complejidad para determinar la categoría de los criptoactivos a nivel contable, a la fecha, si hay más normativa relacionada con el tema.
El aporte a capital social mediante criptoactivos podría convertirse en una realidad más sencilla de materializar, que se adapta al mercado comercial y financiero actual y lo que es más importante, más segura para la sociedad.
"Como se mencionó anteriormente, los fondos de capital de riesgo y actores afines pretenden la implementación del reverse vesting para tener una forma de monitorear sus inversiones y protegerlas de la posible agitación de los fundadores"